La recuperación del empleo y el retroceso de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) experimentado durante los últimos meses parece haber llegado a su fin, a falta de datos oficiales que lo confirmen. Sin embargo todas las previsiones apuntan a que el mes de marzo cerrará con un fuerte repunte de trabajadores acogidos a los ERTE. La razón no tiene secretos: los costes disparados en energía y materias primas –que ha obligado a muchas empresas a restringir o suprimir turnos– y la falta de suministros –ya sea por la guerra de Ucrania o por la huelga de transportistas, que aún permanece activa–. En ambos casos, muchas empresas y autónomos han tenido que parar su actividad por imposibilidad de seguir adelante con ella y han enviado de forma temporal a sus empleados al dique seco de los ERTE.
Según los últimos datos facilitados el Ministerio de Seguridad Social, la cifra de trabajadores en ERTE se situaba en 104.363, concentrándose más de la mitad en sectores relacionados con el turismo: agencias de viajes (10,8% de sus afiliados en ERTE); transporte aéreo y servicios de alojamiento (8% en ambos casos); juegos de azar y casas de apuestas (6%); artes gráficas (4%); actividades artísticas (3%), y hostelería (2%). En el caso de los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ERTE-ETOP), el número de afectados a 17 de febrero era de 13.644, frente a los 11.778 registrados a cierre de enero. larazon